Madrastra hambrienta de polla

La madrastra cachonda ya manejaba el volumen de la polla de su hijastro todos los días y hoy, cuando estaba aún más fogosa que de costumbre y pilló al chico con la polla dura haciéndole una paja en el dormitorio, acabó por no poder resistir más. tentación con solo mirar y llegar lleno de actitud. Puso sus delicadas manos y sus suaves labios sobre esa dura polla y la chupó con todas las ganas del mundo, untando toda la polla y haciendo que se sacudiera de lujuria dentro de su boca.